La muerte sobre ruedas que todos desean, y nadie sanciona.

De espanto un título así, “Velocidad y Muerte” pero solo es uno de mis inventos recientes, que he realizado  aprovechando ese enorme volumen de datos que existe por doquier, y que se siguen acumulando a veces hasta sin razón aparente. Y es aquella enorme red que sigue creciendo como una tela-araña que envuelve a todo y a todos, aquel tejido extraño que cosen los bbots (bits & bots robots de ceros y unos) entre tanto censor o transductor, los hay desde los refrigeradores, hornos, cámaras de seguridad de casa y de oficina y de… lo público, le han puesto un como siempre llamativo inefable y pegajoso nombre aprendido hasta por los políticos, IoT (Internet de las cosas). Como ya conocen ustedes  hasta el comportamiento de los semáforos, o aquellos que aguantan el pestilente aire de las urbes humanas y que informan a unos pocos que nada hacen de cómo van los niveles de tóxicos, pasando por datos de lluvia acumulada, humedad, niveles de basura en los tachos de basura que nadie libera, etc. etc.  Esa enorme cantidad de datos (big data) que algunas empresas están acumulando en la nube (cloud computing & storage) y que ya están poniéndole precio, a pesar que ellos no pusieron los sensores ni costearon las instalaciones de las redes, digo que le están poniendo precio puesto que aprovechando la “inteligencia artificial” redes cuasi-neuronales con algoritmos realmente nada relacionales sino más bien de búsqueda de patrones, sobre bases de datos NoSQL, como Cassandra MongoDb, Reddis, CouchDb etc. Evidentemente convierten esa data en información, tarea que por suerte la mente humana no puede hacer, eso sí que es para las máquinas, y cuando las haya cuánticas mucho mejor, pues por ahora la de IBM de 5 qbits es la novatada, claro que cada 1qbit es al mismo tiempo cero, uno y ambos, pero ese tema lo tocaré luego. O sino vayan leyendo “La rebelión del silicio” pues se viene las de 100 o más qbits que harán tronar a las super granjas de computadoras actuales, además de dejarnos sin seguridad pues clualquier clave compleja será rota, lean sobre las andanzas de «rotoquark» en la «Rebelión del silicio«

Retomando la cordura, hablemos sobre el invento, SpeedDeath que es un pequeñísimo PLC ( Computador Lógico Programable) de hecho una plaquita de arduino, que a más de colectar datos del motor, consumo de combustible, temperatura, toxicidad del humo de escape, forma de conducción del auto, ubicación por GPS, velocidad etc. Está obligado a forzar la conexión vía LIFI , BlueTooth, o RFID con el smarthphone de los ocupantes ante todo del conductor, es de suponer, que claro obligadamente y de fábrica ya vienen configurados bajo las leyes de tránsito del país específico, en mi caso de este pedacito de planeta llamado Ecuador, es decir, los smartphones y los autos están obligados a comunicarse y enviar la información correspondiente a los centros de control de tránsito. Y específicamente el dato de velocidad, por tanto si en esa charla amena y llena de bits entre auto-plc y Smartphone se detecta que hay chateo activo o actividad humano táctil o audio sin seguridad, el PLC activa el Data-Logger guarda la data y enseguida la transmite sea por satélite, gprs (red datos de telefonía móvil celular), o por los canales abiertos en ciudad de wifi,  rfid etc. Esta detección es por proximidad es decir que el resto de pasajeros pueden seguir chateando así vayan a 100 km/h, pero si el conductor lo hace y va a más de 5Km/h… está sentenciado, no a muerte, aunque su irresponsabilidad es la gran causa de muertes según análisis de Watson sobre un gran volumen de dispersa data sobre accidentes que hay en la gran tela araña mundial: Internet. El gadget funciona y de perlas, falta como siempre la legislación y la voluntad política, y esto último es más difícil que ir a tomar un poto de pate en Marte, y muy a pesar que ya ciertos políticos empoderados vienen años siguiendo cursillos sobre Smart-cities, a ver si se apresuran que hasta esto es más útil para controlar el cobro de peajes en carreteras evitando la era troglodita de tener que hacer cola y buscar monedas para pagarle a un humano cobrador quien debería estar con botella de oxígeno… y no a la interperie respiratoria… a ver que claro está que es cancerígeno el cúmulo de gases de la combustión de los auto-motores.

A manera de corolario, ya que tanto cerebro ha producido tanta tecnología bien podría ser utilizada de manera racional, llenemos cada rincón de las ciudades de censores útiles, y actuemos sobre la data generada en beneficio del humano. Y a dejar en paz aquello de que las máquinas ya “piensan” y que son “inteligentes” solo porque Watson de IBM  y Machine learning de Microsoft nos encantan con los encuentros de patrones y análisis de big-data. Siguen siendo rápidos lectores de sintáxis no de semántica, los qbits son otra cosa vayan a por los cuentos de “Los hologramas del poseso y entropía” que estoy escribiendo sobre el tema.

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L. Vivar

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