Ilusionistas del humo.
Comerciantes del gas fétido.
Imaginé la venta del aromático humo del Palo Santo, allá en el mágico y candente Zapotillo…no estoy allí.
Pero l@s jeFuch@s solo venden humo del más pestilente.
De ese que surge de las nauseabundas fauces de los buses asesinos, de las motos criminales.

Humo producto de la decadencia del mundo moderno, y de este pedazo de planeta llamado Ecuador.
Comerciantes del humo.
De ese humo que ni aprendiéndose la monserga moderna de las “Smart city” pueden controlar,
Solo tienen y quieren vender humo.
Mercaderes del humo.
Epítome de estulticia,
De negras neuronas. En escritorios «trabajan» en papeles se entierran.
Los bosques se acaban, l@s jefuch@s festejan.
L. Vivar

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